El tratamiento médico nutricional en el paciente crítico no está exento de riesgos y presenta complicaciones que deben ser conocidas para prevenirlas y tratarlas adecuadamente.
Las complicaciones de la nutrición enteral (gastrointestinales, mecánicas, infecciosas o metabólicas) se presentan con frecuencia en los pacientes, si bien su gravedad es leve en la mayoría de los casos. No obstante, requieren un esfuerzo adicional por parte del personal que atiende a los pacientes para controlar las complicaciones y mantener al mismo tiempo la nutrición enteral.
La nutrición parenteral se asocia con complicaciones (de la vía de acceso, infecciosas, metabólicas) potencialmente graves que requieren igualmente conocimiento y experiencia para su adecuado manejo.
El empleo de protocolos, algoritmos y nomogramas permite un manejo adecuado de las complicaciones del soporte nutricional, aumentando la seguridad de los pacientes críticos. El Grupo de Trabajo de Metabolismo y Nutrición, con el objetivo de aumentar la concienciación de los profesionales y permitir una monitorización y detección precoz de estas complicaciones, ha incorporado el concepto de “Nutritrauma”.
El objetivo de este capítulo es el revisar las complicaciones y proponer los algoritmos más adecuados para su prevención, detección precoz y manejo.
El déficit nutricional en el paciente crítico está asociado a múltiples complicaciones que, finalmente, pueden desembocar en aumento de la mortalidad, sin embargo, la administración no fisiológica de nutrientes no está exenta de efectos adversos y complicaciones que debemos conocer, predecir y tratar en el momento adecuado.
Las complicaciones asociadas a la nutrición enteral (NE) son englobadas en 4 grupos:
Son las más frecuentes, se asocian con disminución de los aportes y tienen un efecto negativo sobre el pronóstico de los pacientes. Por orden de frecuencia son:
Relacionadas con la sonda: obstrucción, desplazamiento, lesiones mucosa etc. Son poco frecuentes, con repercusión clínica limitada y dependientes de los cuidados de enfermería.
Podemos encontrar las derivadas de la manipulación de la NE (prevenibles con uso de fórmulas comerciales y asepsia) y otras como, broncoaspiración o sinusitis.
Las alteraciones hidroelectrolíticas, disglucemias, síndrome de realimentación (complicación grave). Son poco frecuentes y se controlan con las determinaciones analíticas rutinarias y con el ajuste del aporte calórico y proteico.
La NP no está exenta de riesgos. En comparación con la NE es más costosa y se asocia con más complicaciones, en general, de mayor gravedad. La monitorización de la terapia nutricional es necesaria para valorar su eficacia y prevenir y detectar las posibles complicaciones. Esta monitorización debe ser tanto clínica, como analítica.
Monitorización clínica. La determinación de constantes (temperatura, frecuencia cardiaca, presión arterial, presión venosa central, frecuencia respiratoria), balance hídrico, calórico, etc. y la exploración clínica deben servir para detectar diferentes complicaciones de la NP. Estos controles se deben realizar diariamente o, incluso, horariamente en función del estado del paciente. También se debería pesar al enfermo, al menos una vez por semana, y hacer una valoración nutricional del enfermo antes del inicio del soporte nutricional y cuando cambie su situación clínica.
Monitorización analítica.Los controles bioquímicos que se recomiendan se indican en la tabla 1, su periodicidad también dependerá del estado clínico del paciente y de la duración de la NP.
Las complicaciones de la NP pueden dividirse en mecánicas, infecciosas y metabólicas. La mayoría de ellas se pueden evitar con un adecuado aporte de macronutrientes y micronutrientes, así como un manejo correcto del catéter. Existen otras (como la desmineralización y la osteoporosis) que son propias de los enfermos que reciben NP prolongada.
Complicaciones mecánicas: Están relacionadas con el catéter venoso central que se requiere para la infusión de la NP, debido a la elevada osmolaridad de la misma. Las más frecuentes son las siguientes:
Complicaciones en la inserción del catéter. Pueden alcanzar una frecuencia hasta del 25%. El catéter debe ser insertado por un operador experto, se recomienda la utilización de ultrasonidos 6, con el enfermo en posición adecuada, utilizando condiciones estériles y analgesia percutánea.
Las complicaciones suelen detectarse en el momento de la inserción del catéter. Es imprescindible realizar una radiografía de tórax después de colocar el catéter y antes de iniciar la NP. Se considera bien colocado el catéter si la punta se encuentra a 2-3 cm de la unión de la vena cava superior con la aurícula derecha.
Mala posición del catéter venoso central.Una punción o una localización extra venosa del catéter .puede dar lugar a hidrotórax, hidro mediastino, hemotórax, o taponamiento cardiaco. Un catéter demasiado introducido puede originar arritmias cardiacas.
Punción arterial. No suele ser problemática si se reconoce y se aplica presión en la zona de punción para prevenir hematoma. No obstante, puede ocasionarse desgarro de la pared arterial y producir complicaciones graves (hematoma, hemotórax o hemo mediastino) que requieran intervención quirúrgica.
Neumotórax. Debido a punción pleural durante la inserción, es más frecuente en las punciones de la subclavia. Puede ser mínimo y no precisar tratamiento o requerir drenaje pleural.
Embolia gaseosa. Puede aparecer durante la punción o en las manipulaciones de las conexiones del catéter. El tratamiento es colocar al enfermo en decúbito lateral izquierdo con la cabeza hacia abajo.
Complicaciones durante el mantenimiento del catéter. Puede producirse la retirada accidental del catéter o la obstrucción del mismo, obligando a una nueva inserción. Las trombosis venosas pueden ser consecuencia del mantenimiento prolongado del catéter y dar lugar a otras complicaciones (infección, tromboembolismo pulmonar).
Complicaciones infecciosas. Su frecuencia es muy variable. La infección relacionada con el catéter requiere su retirada salvo en casos de NP prolongada en los que se pueden aplicar diversas técnicas de sellado con antibióticos para intentar mantener el catéter. La antibioterapia debe considerarse en función de las características del paciente y del estudio microbiológico.
Puede producirse infección a distancia (endocarditis, osteomielitis, tromboflebitis). Debe sospecharse cuando a pesar de haber retirado el catéter e iniciado antibiótico adecuado, persisten los síntomas y los hemocultivos siguen siendo positivos a las 72 horas.
Complicaciones metabólicas.
Relacionadas con la administración de la nutrición parenteral. Las más frecuentes son:
Relacionadas con los componentes de la nutrición parenteral
Como se ha expuesto en el presente capítulo, el tratamiento médico nutricional (TMN), a pesar de ser un recurso esencial en el manejo integral del paciente crítico, cuando se realiza de forma inadecuada, y al igual que otros tratamientos de soporte vital, puede dar lugar a diversas complicaciones. Con el objetivo de incrementar la concienciación de los profesionales acerca de estas complicaciones y monitorizar sus factores de riesgo o predictores para identificarlas precozmente, el Grupo de Trabajo de Metabolismo y Nutrición creó el concepto de “Nutritrauma”, que incluye diferentes complicaciones relativas a dosificación inadecuada de requerimientos, síndrome de realimentación, sobrecarga de fluidos, alteraciones metabólicas, lipídicas, hepáticas, etc.