Tipos de Dietas Enterales

Esther Portugal Rodríguez1, Diana Monge Donaire2, Juan Carlos López Delgado3

1Servicio de Medicina Intensiva. Hospital Clínico de Valladolid
Email: esther_burgos@hotmail.com
2 Servicio de Medicina Intensiva. Hospital Virgen de la Concha, Zamora.
Email: dianadonaire@gmail.com
3 Servicio de Medicina Intensiva. Hospital Clínic de Barcelona.
Email: juancarloslopezde@hotmail.com

Existen diferentes tipos de dietas de nutrición enteral (NE) disponibles en el mercado farmacéutico que se presentan como fórmulas nutricionalmente completas, suplementos y módulos nutricionales. Las fórmulas de NE están habitualmente compuestas por macronutrientes, tales como proteínas enteras y aminoácidos especiales (arginina, glutamina o ramificados), hidratos de carbono (mono y disacáridos, oligosacáridos y polisacáridos), y lípidos (triglicéridos de cadena larga, triglicéridos de cadena corta y ácidos grasos omega-3), y por micronutrientes (vitaminas y oligoelementos). Además, algunas aportan fibra, tanto fermentable como no fermentable. El criterio principal de clasificación es el que hace referencia a la administración proteica, estableciéndose tres grupos según la forma en que esta se aporta (poliméricas, oligoméricas y monoméricas), y dos subgrupos según su porcentaje, (normoproteicas e hiperproteicas). La densidad calórica, la osmolaridad y la presencia o no de fibra son criterios secundarios de clasificación. Asimismo, se dividen en fórmulas generales y específicas según su indicación. En el paciente crítico, las de mayor utilización son las fórmulas poliméricas hiperproteicas, con o sin fibra, con carácter general, y las fórmulas específicas cuando se considera que predomina la patología sistémica o de un órgano.

  1. Las fórmulas para NE son mezclas de nutrientes dietéticamente completas. Los suplementos son mezclas desbalanceadas de mononutrientes.

  2. Según la estructura proteica, las fórmulas nutricionales se dividen en poliméricas, oligoméricas o monoméricas. Según la proporción de proteína, normo o hiperproteicas.

  3. Criterio secundarios en la clasificación de las fórmulas son la densidad calórica, la osmolaridad y la presencia de fibra.

  4. Hay fórmulas específicas, con modificaciones en uno o más nutrientes, diseñadas para adaptarse a la fisiopatología metabólicas de diferentes situaciones clínicas con fallo orgánicos predominantes.

  5. En los pacientes críticos, las fórmulas más utilizadas son las poliméricas hiperproteicas y las especificas.

La nutrición enteral (NE) es la ruta de elección en la terapia médica nutricional del paciente crítico en aquellos pacientes incapaces de ingerir nutrientes, o de hacerlo en cantidad suficiente, mediante la vía oral. Existen diferentes tipos de fórmulas comercializadas que se clasifican según las diferentes características de su composición. Estas fórmulas, algunas de las cuales han sido diseñadas para situaciones clínicas determinadas, tienen como objetivo alimentar exclusiva o parcialmente a los pacientes que tienen limitada su capacidad de ingesta, digestión, absorción y/o metabolización de los nutrientes mediante vía oral, y/o que presentan unos requerimientos nutricionales especiales condicionados por su situación clínica. La administración de dichas fórmulas de NE debe realizarse bajo supervisión médica para asegurar su correcto uso y evitar complicaciones derivadas de la misma.

  • Fórmula: Alimentos bióticos para usos médicos, con macro y micronutrientes que se administran por vía digestiva, y son nutricionalmente completas. Aportan los nutrientes necesarios para las necesidades nutricionales del paciente, con la dosis indicada, por lo que se pueden utilizar como única fuente nutricional.
  • Suplementos: Productos con composición definida de nutrientes, que se utilizan por vía oral de forma complementaria un aporte dietético insuficiente. Aunque en su composición puede faltar algún macro o micronutriente, la mayoría tienen todos los nutrientes necesarios para poder cubrir incluso un aporte nutricional total.
  • Módulos: Preparados constituidos por un solo nutriente. La combinación de varios módulos permite obtener una dieta enteral completa o modular. Se utilizan para trastornos metabólicos complejos en los que, al añadirlos a una fórmula predefinida, podemos modificar su composición.

Proteínas

Son macromoléculas de elevado peso molecular, componente funcional y estructural principal de las células y con numerosas funciones (p.ej., fuente de nitrógeno y energía). Los aminoácidos constituyen la materia prima para la síntesis de las proteínas.
Algunas fórmulas enterales están enriquecidas con aminoácidos (p.ej., glutamina, arginina y ramificados) que pueden favorecer determinadas funciones metabólicas, actuando como farmaconutrientes. Este efecto beneficioso puede potencialmente reducir la incidencia de complicaciones mejorando la inmunidad, la cicatrización, etc., especialmente en el paciente crítico y en el post-operado de cirugía mayor (p.ej. cirugía oncológica).

Hidratos de carbono o carbohidratos

Constituyen el grupo de biomoléculas más abundantes en la naturaleza. Los azúcares monosacáridos (p.ej. glucosa, fructosa, galactosa), disacáridos (p.ej., sacarosa, maltodextrinas y los fructooligosacáridos), y oligosacáridos (3 a 10 unidades de monosacáridos) constituyen los carbohidratos simples, y suelen ser de absorción rápida (índice glucémico elevado). Los carbohidratos complejos están constituidos por los polisacáridos, que son polímeros lineales de glucosa y dextrinomaltosa de baja osmolaridad y absorción lenta. Son los macronutrientes y fuente de energía principal en la mayoría de las fórmulas, aportando habitualmente entre el 50 y el 70% del aporte calórico no proteico. En la mayoría de los casos se usan mezclas de polisacáridos y oligosacáridos para favorecer la absorción lenta y un mejor control glucémico.

Lípidos

Conjunto heterogéneo de moléculas orgánicas, que tienen en común su insolubilidad, en agua y su solubilidad en disolventes orgánicos. Tienen función energética, estructural y reguladora. En nutrición artificial se utilizan básicamente los triglicéridos de cadena larga, de cadena media, y los omega-3 para aumentar la producción de eicosanoides de las series 3 y 5, con capacidad antiinflamatoria en oposición a los omega-6.

Fibra

Compuestos de origen vegetal de naturaleza heterogénea que son metabolizados por las enzimas digestivas en el intestino delgado (no digeribles). Se clasifican en:

  • Fibra soluble o fermentable (p.ej., polímeros de soja, pectinas, mucílagos, gomas): tienen fermentación colónica con producción de ácidos grasos de cadena corta. Producen menor volumen fecal. Están indicadas en síndrome de intestino corto, enfermedad inflamatoria intestinal y diarrea.
  • Fibra insoluble o no fermentable (p.ej., celulosa, hemicelulosa): son menos fermentables por las bacterias del colon y aumenta el volumen fecal. Indicadas en el estreñimiento. En pacientes críticos se ha asociado su uso a episodios de obstrucción intestinal, por lo que no deben utilizarse ante un elevado riesgo de isquemia intestinal.

Micronutrientes (Vitaminas y oligoelementos)

La mayoría de las fórmulas los proporcionan en cantidad adecuada para la población adulta general. Las fórmulas para fracaso renal o hepático pueden contener un aporte reducido debido a que sus niveles pueden acumularse en dichas patologías. Las fórmulas con una elevada composición de farmaconutrientes frecuentemente adicionan vitaminas, en especial A, C y E, así como oligoelementos, tales como el selenio y el zinc.

Los parámetros utilizados para clasificar las fórmulas existentes, se basan en las proteínas, tanto en su fuente como en su porcentaje, densidad calórica, osmolaridad y presencia de fibra. Desde el punto de vista clínico, el criterio principal es el que hace referencia a la administración proteica, estableciéndose tres grupos según la forma en que esta se aporta: poliméricas, oligoméricas y monoméricas, y dos subgrupos según su porcentaje, normoproteicas e hiperproteicas, siendo la densidad calórica, la fibra y la osmolaridad criterios secundarios o complementarios.

Criterio principal: aporte proteico

  1. En función de la complejidad proteica:
    • Fórmulas poliméricas
    • Fórmulas oligomonoméricas
  2. En función del porcentaje proteico:
    • Normoproteicas
    • Hiperproteicas

Criterios complementarios o secundarios

  1. Densidad calórica: determina la cantidad de calorías por unidad de volumen
    • Normocalóricas
    • Hipercalóricas
    • Hipocalóricas o diluidas
  2. Fibra: muchas fórmulas contienen fibra de diferentes orígenes y en distintas proporciones con cantidades que oscilan entre 6-22 g/1000 kcal
  3. Osmolaridad: según la concentración de partículas osmóticamente activas. Se dividen en isotónicas (300 mOsm/l), moderadamente hipertónicas (300-470 mOsm/l) e hipertónicas: >470 mOsm/l.

Las fórmulas en NE se clasifican según la forma de presentación de los nutrientes y su complejidad, el contenido proteico, la densidad calórica y el contenido de fibra.

Fórmulas poliméricas

También denominadas fórmulas estándar. Son aquellas que contienen los macronutrientes de forma completa o intacta, no hidrolizados. La fuente de hidratos de carbono se obtiene de dextrinomaltosa y la lipídica de triglicéridos de cadena larga (TCL) y de cadena media (TCM). La fuente proteica más frecuente procede de la leche (caseinato sódico y cálcico) y de la soja. Son las fórmulas indicadas de inicio en pacientes que precisan NE y tienen un intestino funcionante, capacidad digestiva adecuada y absorción suficiente. La mayoría se presentan en forma líquida y existen fórmulas con y sin fibra.

Fórmulas poliméricas normoproteicas. Contienen un 40-50% de su valor calórico total en forma de hidratos de carbono, un 30-35% en forma de lípidos y menos 18% en forma de proteínas. Según la densidad calórica pueden ser:

  • Hipocalóricas. La densidad calórica es < 1 kcal/ml/día. Uso muy limitado.
  • Normocalóricas. La densidad calórica se encuentra entre 1 a 1,4 kcal/ml/día.
  • Hipercalóricas. La densidad calórica es > 1,5 kcal/ml/día. Se emplean en pacientes con necesidad de restricción hídrica como insuficiencia cardiaca o renal o que precisa requerimientos calóricos elevados.

Fórmulas poliméricas hiperproteicas. Contienen >18% del valor calórico total en forma de proteínas, 45-55% de hidratos de carbono y 23-30% de grasas. Es considerada la fórmula más utilizada en el paciente crítico. Pueden ser normocalóricas o hipercalóricas.

Fórmulas Oligomonoméricas

Sus proteínas se encuentran hidrolizadas total o parcialmente en forma de péptidos pequeños o aminoácidos libres. Los hidratos de carbono se encuentran en forma de disacáridos u oligosacáridos y suponen más del 50% del aporte calórico siendo pobres en lípidos (20-25%). Están indicadas en pacientes con una capacidad de digestión y absorción insuficiente. Pueden ser peptídicas normoproteicas o hiperproteicas o monoméricas. Según la densidad calórica pueden clasificarse en: hipocalóricas, normocalóricas e hipercalóricas.

Fórmulas oligoméricas o peptídicas . También denominadas semi-elementales. En ellas, los macronutrientes se encuentran hidrolizados para facilitar su absorción. Las proteínas se hidrolizan en péptidos de cadena pequeña (2-6 aminoácidos) y la fuente de grasa incluye TCM y/o lípidos de aceite de pescado. Se emplean en pacientes que no toleran las dietas poliméricas por estar disminuida su capacidad de absorción o que han demostrado intolerancia gastrointestinal.

Fórmulas monoméricas o elementales. En esta fórmula, las proteínas se encuentran en forma de aminoácidos libres. Su absorción y tolerancia es más lenta que en las peptídicas. Son normoproteicas. Sus indicaciones son muy reducidas.

En la Tabla 1 se exponen las principales características de las fórmulas generales.

1. Poliméricas. Estándar. Macronutrientes completos.
2. Oligomonoméricas. Macronutrientes hidrolizados.
  • Poliméricas o peptídicas. Péptidos de cadena pequeña. 2-6 aa.
  • Monoméricas o elementales. Aminoácidos libres.
  1. Normoproteica (<18% VCT).
  2. Hiperproteica (>18% VCT).
  1. Hipocalórica < 1 kcal/ml/día.
  2. Normocalórica de 1 a 1,4 kcal/ml/día.
  3. Hipercalórica >1,5kcal/ml/día
  1. Con fibra
  2. Sin fibra

 Vademécum

Insuficiencia Renal

Las dietas estándar no son adecuadas porque presentan baja densidad energética y contenido excesivo de sodio, potasio y fosfatos. No deben utilizarse mezclas de aminoácidos compuestas exclusivamente por aminoácidos esenciales e histidina. El aporte en pacientes con fallo renal con manejo conservador se realiza con dietas hipoproteicas de alto valor biológico (6-11% del valor calórico total) con una relación kcal no proteicas por gramo de nitrógeno mayor de 200. Son ricas en hidratos de carbono (40-70% del valor calórico total) y bajas en colesterol. Bajas en fosfatos, sodio y potasio.

En los pacientes sometidos a técnicas de reemplazo renal existe mayor pérdida proteica, aportando las dietas específicas entre un 15-18% de calorías en forma de proteínas; son formas poliméricas concentradas (1,8-2,5 kcal/ml). Son también bajas en fosfatos, sodio y potasio. Conviene considerar enriquecer las dietas con glutamina endovenosa (contraindicada en el fallo renal no dializado).

Insuficiencia hepática y trasplante hepático

Actualmente se considera que la insuficiencia hepática no es un factor fundamental para determinar la pauta nutricional, debiéndose adaptar a la situación de estrés metabólico. La malnutrición es un hallazgo frecuente en pacientes con esta patología, afectando de forma negativa a la evolución y pronóstico del trasplante.

Las fórmulas específicas son ricas en aminoácidos de cadena ramificada (AACR) y en hidratos de carbono (hasta un 70% de las calorías) (pacientes con elevado riesgo de hipoglucemia). No está contraindicado el aporte de grasa, presentando triglicéridos de cadena media. Su densidad calórica es de 1,3 kcal/ml. Menos cantidad de sodio.

Insuficiencia respiratoria y SDRA

Se trata de fórmulas normoproteicas (17% del valor calórico total) y con una densidad calórica de 1,5 kcal/ml. Atendiendo a la consideración clásica del incremento en la producción de CO2, un 55% de las calorías son en forma de grasas (mezcla de aceites vegetales con ácido oleico y triglicéridos de cadena media) y menos del 30%, hidratos de carbono. Las fórmulas específicas del SDRA añaden farmaconutrientes como el ácido omega-3 (ácido eicosapentaenoico o EPA) y el ácido gamma linoleico (GLA), con probable papel en la modulación de la respuesta inflamatoria, si bien, no hay gran evidencia al respecto por lo que su uso no está recomendado.

Hiperglucemia y diabetes mellitus

Consiguen un mejor control glucémico, mejor control de la horquilla o variabilidad de glucemia y menor necesidad de insulina. Encontramos dos tipos de fórmulas:

  • Con menos hidratos de carbono (33-40%) y más grasas (40-50%), con predominio de ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) que mejoran la glucemia, el metabolismo lipídico y la secreción de insulina; pueden ser normo o hiperproteicas, y con fibra (presenta menor índice glucémico).
  • Distribución estándar con hidratos de carbono de bajo índice glucémico, como almidón (de preferencia), fructosa, isomaltulosa, dextrinomaltosa.

Se ha constatado en pacientes críticos con diabetes y/o hiperglucemia de estrés que su administración mejora el control glucémico y reduce las necesidades de insulina.

En la Tabla 2 se exponen las principales características de las fórmulas específicas.

  • Proteinas: Hipoproteica (6-11%).
  • Hidratos de carbono: 40-70%.
  • Grasas: Bajas en colesterol.
  • Otras: Baja en P, Na, K.
  • Proteinas: 15-18%.
  • Otras: Baja en P, Na, K.
  • Proteinas: Ricas en AACR.
  • Hidratos de carbono: 70%.
  • Grasas: TGs de cadena media.
  • Otras: Menos cantidad de Na.
  • Proteinas: Normoproteica (17%).
  • Hidratos de carbono: <30%.
  • Grasas: 55%, aceites vegetales + TGs de cadena media.
  • SDRA: farmaconutrientes EPA y GLA.
  • Proteinas: Normo o hiperproteica.
  • Hidratos de carbono: 33-40% .
  • Grasas: 40-50%
  • Otras: MUFA, Fructosa.
  • Hidratos de carbono: Bajo índice glucémico.

TRR: Terapias de Reemplazo Renal; SDRA: Síndrome de Distress respiratorio del Adulto; DM: Diabetes mellitus; AACR: aminoácidos de cadena ramificada; MUFA: ácidos grasos monoinsaturados.

 Vademécum

  1. D. del Olmo García. Productos dietéticos para usos nutricionales específicos. En: Ángel Gil Hernández, director. Tratado de Nutrición. 3ª edición. España; 2017. p. 199-225

  2. Gómez Enterría P, Laborda González L, Martínez Faedo C. Suplementos nutricionales como soporte de la dieta convencional. En: Gil A Ed. Tratado de Nutrición 3ª edición. Tomo IV. Nutrición Clínica. Madrid, Panamericana, 2010, pp 281-297.

  3. Herrero Meseguer JI, Lopez-Delgado JC, Martínez García MP. Recommendations for specialized nutritional-metabolic management of the critical patient: Indications, timing and access routes. Metabolism and Nutrition Working Group of the Spanish Society of Intensive and Critical Care Medicine and Coronary Units (SEMICYUC). Med Intensiva (Engl Ed). 2020; 44 Suppl 1:33-38.

  4. Montejo González JC, de la Fuente O'Connor E, Martínez-Lozano Aranaga F, Servià Goixart L. Recommendations for specialized nutritional-metabolic treatment of the critical patient: Pharmaconutrients, specific nutrients, fiber, synbiotics. Metabolism and Nutrition Working Group of the Spanish Society of Intensive and Critical Care Medicine and Coronary Units (SEMICYUC). Med Intensiva (Engl Ed). 2020;44 Suppl 1:39-43.

  5. Escuro AA, Hummell AC. Enteral Formulas in Nutrition Support Practice: Is There a Better Choice for Your Patient? Nutr Clin Pract. 2016; 31(6):709-722.

  6. Church A, Zoeller S. Enteral nutrition product formulations: A review of available products and indications for use. Nutr Clin Pract. 2023; 38(2):277-300.


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